lunes, 13 de enero de 2014

Perder las llaves en un viaje

Cuando estamos de viaje por esos destinos de Dios, una de las cosas que nos pueden pasar es la de perder las llaves de nuestro apartamento. Normalmente no las perdemos y si eso ocurre, siempre podemos llamar al arrendador para que nos facilite previo pago, otra copia de las mismas, pero no siempre lo podemos localizar fácilmente o también existe la posibilidad que nos tengan que ser enviadas desde otra localidad o incluso país, y por muy rápido que sea el mensajero, siempre hemos de estar un tiempo fuera esperando. Que no pasa nada si vamos con la ropa adecuada, pero si no es éste el caso, la espera puede ser insufrible.

En casos así, hemos de recurrir a los conocidos cerrajeros zaragoza para que procedan a la apertura bien del apartamento, bien del vehículo que hayamos alquilado. Esto de la cerrajería es para mi todo un milenario arte, pues algo tan complejo, ellos lo resuelven en un santiamén, y por más que nos cobren desplazamiento y tiempo de apertura, el resultado merece la pena y al pagar por ello, hace que para la próxima estemos más atentos a las llaves para no volver a pagar "la dolorosa" por nuestro despiste.

Yo tengo la costumbre de dejar las llaves en el coche y todo lo de valor en el coche, llevando encima sólo la llave del coche, en un colgante al cuello. Es difícil perder el colgante, y no queda muy estético que digamos pues se nota ese relieve sobre la camiseta, pero gano un montón en dinero que me ahorro al no tener que llamar al cerrajero con la frecuencia que lo haría, caso de perderlas de cualquier otra forma. Antes, llevaba las llaves en el bolsillo del pantalón, y las solía perder una vez cada dos o tres años.

Ahora con este nuevo sistema, ya sólo llamo al cerrajero para tomar una cerveza.

¡Ventajas de tener un amigo cerrajero!

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